¿Eres el que está tumbado junto a la piscina con el móvil en la mano echando un vistazo para asegurarte de que todo está bien? ¿O eres de los que mira atónito y con cierta superioridad a ese infeliz que ni siquiera es capaz de separarse de su teléfono cuando está en la toalla? La posibilidad de estar conectados las 24 horas al día desde cualquier sitio nos coloca a todos ante este dilema estival.
Los expertos lo tienen claro: “Es necesario olvidarse del trabajo y recargar fuerzas para afrontar el resto del año con energía”, aconseja el Colegio de Psicología de Bizkaia, que ofrece cinco consejos para lograrlo:
- Antes de las vacaciones, identificar qué nos hace sentir bien y llevarlo a cabo.
- Disfrutar en el tiempo y el lugar: cada instante aporta algo bueno
- Ausencia del teléfono móvil: dejarlo al margen para que llamadas y correos no importunen el descanso.
- Ausencia del reloj: el cuerpo ya tiene el suyo propio para indicar cuándo necesita comer o dormir.
- Cambiar de escenario y rutinas: ese es el objetivo de viajar a un lugar distinto a nuestra residencia habitual.
Tan complicada se está poniendo la cuestión de limpiarse en vacaciones que comienza a haber negocio turístico alrededor de lo que se ha dado en llamar desintoxicación digital. Ese es el argumento en torno al cual gira, por ejemplo, la oferta turística de Digital Detox Holidays, un portal especializado en alojamientos en los que se limita el uso de teléfonos móviles, no hay wifi ni televisión o la cobertura brilla por su ausencia.
Entre los destinos que se indican hay un hotel español, el Vincci Estrella del Mar, localizado en Marbella. Pero no es la única opción existente dentro de nuestras fronteras: Lonely Planet cita los de la misma cadena en Sierra Nevada y Tenerife, el complejo rural Mil Madreñas Rojas (en Salientes, León) y la Casa Rural Lanzarote, a 15 kilómetros de Teguise, en el centro de la isla canaria.
Sin wifi, no viajo
En el otro bando están aquellos que ni quieren ni saben salir de vacaciones si no van a poder disfrutar de una buena conexión a internet. Puede ser porque su concepción del descanso incluye la lectura de sus medios de comunicación preferidos, la publicación en redes sociales o la visión de la serie que están siguiendo y que aún va por mitad de la temporada. Estos son los que se parecen a los que protagonizan los anuncios de las operadoras.
Pero hay también otro perfil de enganchado: el autónomo que combina como buenamente puede las vacaciones con la gestión de su trabajo. El que desde la playa se conecta para tratar de resolver el kite cheque cuya falta de fondos descubrió tres días antes de empezar las vacaciones o aprovecha el silencio de la madrugada para avanzar algunos temas.
Este último incumple todas las normas de los psicólogos vizcaínos si se considera que está de vacaciones. Y, sin embargo, disfruta de la playa en lugar de estar atado a la oficina si se mira desde un enfoque laboral. Juega, como ya se sabe, en una liga con reglas distintas: los autónomos casi no parecen humanos.
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1 comentario
- 21 de junio de 2016 a las 10:33Raquel
- En cierta ocasión escuché a Manuel Vicent decir que en verano lo mejor es "una buena terraza, una estupenda ensalada y una exquisita compañía".Yo pienso exactamente lo mismo.