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09/11/2020
Desde el estallido de la Covid-19 a comienzos de año y el consecuente colapso económico global durante la primavera, los economistas han hecho uso de las letras del abecedario para ilustrar los posibles patrones que pudiese seguir la recuperación en la actividad.
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Abecedario recuperación
Desde el estallido de la Covid-19 a comienzos de año y el consecuente colapso económico global durante la primavera, los economistas han hecho uso de las letras del abecedario para ilustrar los posibles patrones que pudiese seguir la recuperación en la actividad.
Las letras más populares han sido:
Otras referencias usadas en esta ‘literatura económica’ son:
Tras haber pasado seis meses de lo que fue la primera ola del contagio (febrero-marzo) y sus medidas extremas de restricción a la movilidad (principalmente en abril y mayo), podemos diferenciar las siguientes fases y patrones del proceso de recuperación:
En las economías avanzadas, los sectores “ganadores” han sido el comercio minorista, la industria manufacturera, principalmente aquellos subsectores asociados a productos tecnológicos o médicos, y, en algunos casos, la construcción y los servicios profesionales. Las actividades “perdedoras” han sido los servicios tradicionales, especialmente aquellos que requieren un contacto directo con el consumidor, como los restaurantes y bares o la hostelería, o aquellos que requieren grandes concentraciones, principalmente en el mundo del ocio o deportivo.
Como era de esperar, dicha diferenciación también se ha replicado en una recuperación desigual entre países en función de su estructura económica (más golpeados aquellos con mayor peso del turismo, por ejemplo) y entre grupos de la sociedad (más afectados los trabajadores de los servicios, los más jóvenes, o aquellos con un menor grado educativo).
Esta segunda fase ha dejado claro lo poco probable que es esperar una recuperación tipo “V” o “U”. Lo asimétrico de la recuperación le empezó a dar protagonismo a la letra “K”. Por su parte, a nivel de toda la economía, la recuperación tipo “logo de Nike” se le atañó el escenario optimista, mientras la de tipo “raíz cuadrada inversa” el escenario pesimista.
Asimismo, el estímulo de las primeras rondas de apoyo monetario y fiscal también se desvanece, como se evidenció en la expiración de diversos beneficios fiscales en EEUU a finales de julio. Esta fase está poniendo en jaque las perspectivas de la recuperación, que rápidamente pudiera converger hacia un patrón de tipo “W” y, en el caso más extremo, al tipo “L”.
Como bien lo pone claro la evolución de la recuperación económica en China, el único país en el mundo que ha visto una reactivación tipo “V”, los factores claves que definirán la letra dominante seguirán siendo el control de la evolución de la pandemia y las medidas impuestas para contener sus daños en las familias y en el tejido productivo.
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