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26/07/2017
Neveras que te avisan de la caducidad de los alimentos, televisores que te permiten navegar por internet, vehículos capaces de comunicarse entre sí... funcionalidades que podrían ser del futuro pero que ya se desarrollan en el presente gracias al Internet de las cosas (IoT, por sus siglas en inglés).
Riesgos de internet
La consultora Gartner estima que en 2020 habrá cerca de 20.000 millones de objetos conectados. Para esa fecha, la firma tecnológica IDC calcula que la inversión en España en Internet de las cosas alcanzará los 23.000 millones de euros. Un avance que no está exento de riesgos.
A grandes rasgos, los objetos llamados Internet de las cosas son capaces de interactuar con otros objetos y con sus dueños, además de recopilar toda clase de información sobre ellos, un aspecto que ha generado polémica en casos como el de la muñeca Cayla, que fue prohibida en Alemania al considerarla un posible instrumento de espionaje por su micrófono y bluetooth integrados.
En el ámbito empresarial, los objetos IoT son el blanco perfecto para llevar a cabo ataques de ciberseguridad. Según el informe ‘Risk or reward: What lurks within your IoT?', más del 25% de las empresas podría sufrir un ataque relacionado con internet de las cosas. Sin embargo, el presupuesto que se destina a temas de seguridad relacionados con estos ámbitos representan menos del 10% de los presupuestos de seguridad de las tecnologías de la información actuales.
Por eso, antes de comprar tu objeto IoT, es conveniente que tengas en cuenta estas advertencias:
Son objetos con conexión a internet y se controlan a través de aplicaciones móviles que permiten interactuar con sus propietarios, conexión que puede traer riesgos.
El software aplicado en estos objetos puede ser comprometido por otros usuarios que pueden tomar el control del objeto si no cuenta con un nivel de seguridad suficiente.
Estos objetos almacenan información de sus dueños. En ocasiones, esta información se sube a la nube bajo el control de los fabricantes, que podría filtrarse si no se han aplicado las medidas de seguridad adecuadas.
Los objetos IoT pueden ser utilizados como puerta de entrada a nuestra red para acceder a otros dispositivos, como ordenadores que almacenan información mucho más sensible.
Si ya tienes tu objeto IoT, ahora solo tienes que mantenerlo y tomar una serie de precauciones para proteger tu seguridad:
Cambia las contraseñas por defecto del producto por claves robustas y únicas.
Deshabilita las características y funcionalidades que no vayas a utilizar, como la cámara o el micrófono.
Revisa siempre las configuraciones de seguridad y, cuando sea posible, deshabilita el acceso remoto.
Actualiza el software del producto a la última versión, al igual que las aplicaciones del móvil a las que esté conectado.
Desactiva la conectividad si no la vas a utilizar o si no es necesaria para el funcionamiento del objeto.
La tecnología parece que avanza mucho más rápido que nuestro conocimiento sobre los riesgos y amenazas asociados a su uso. Nunca está de más velar por tu seguridad y privacidad.
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Hola María Luisa, muchas gracias por la valoración del post!
Sobre tu pregunta, sí que ha habido algún intento de crear antivirus para las Smart TV, porque aunque empiezan a ser objetivo de ataques, de momento no es algo que esté generalizado y esté al alcance de cualquiera, como ocurre con otros dispositivos.
Por otra parte, es importante tener presente algunas medidas para proteger nuestras Smart TV, tales como asegurar nuestra wifi, vigilar los dispositivos que conectamos a la tele (USB principalmente) y la navegación por internet que hacemos desde la misma (evitando introducir credenciales en páginas no confiables).