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04/11/2019
Juan es asesor financiero en Bankia. Juan se preocupa por ofrecer a sus clientes lo que cree que es mejor para ellos. Juan ha recomendado a sus clientes entrar en Fondos de Inversión porque sabe que es uno de los mejores productos para buscar rentabilidades en un mundo con los tipos de interés en negativo… pero el bueno de Juan tiene un problema. No duerme bien.
Tiempo de lectura: 4 minutos
Mandamientos planes de pensiones
Técnico Comercial Bankia Asset Management
No, Juan no duerme bien porque le preocupa que su asesoramiento no tenga los frutos inmediatos que sus clientes imaginan que van a dar. Le agobia pensar que los mercados no suban en el corto plazo y que sus clientes le culpen a él de una posible caída de sus inversiones.
Imaginaos a Juan arrodillado antes de acostarse: Jesusito de mi vida, solo te pido que suba el Ibex la primera semana... y el Ibex o el Eurostoxx o los bonos italianos o el activo que sea, caprichosos como son, no suben, y el insomnio de Juan se agudiza.
Juan se carga con un peso que no le corresponde porque Juan ha asesorado correctamente, pero el mercado es posible que no acompañe en el corto plazo.
Porque a veces Juan puede llegar a pensar que hay fondos buenos o fondos malos y que escoger el producto adecuado lo es todo para realizar un asesoramiento correcto, pero la realidad nos demuestra que no es así. El fondo no es más que un instrumento, un vehículo de inversión y que hay factores que influyen mucho en su comportamiento como son el momento de entrada, la diversificación de su cartera o el tiempo que vamos a aguantar la inversión. El mismo fondo puede ser maravilloso para algunos y a la vez un mal producto para otros.
Pero lo importante es ¿cómo ayudamos a Juan para que su carga sea más liviana y que pueda dormir mejor por las noches?
En Bankia Asset Management decimos que existen tres mandamientos que son necesarios cumplir en toda buena inversión. Cumplir estos tres mandamientos no impide que los mercados sigan su marcha, pero, sin duda, ayudarán a Juan a liberarse de esa carga que sus clientes le echan encima.
Las inversiones no deben hacerse de una sola vez. Si lo hacemos así estamos arriesgando a que el momento de entrada en los mercados sea bueno y la experiencia nos demuestra que buscar ese momento es prácticamente imposible. Se suele entrar en momentos de euforia de mercado y salir en momentos de caídas. La inversión en diferentes momentos, y sobre todo a diferentes precios, evita que nos equivoquemos en la toma de esa decisión. La entrada a distintos precios hace que la compra se realice a un promedio y que ese promedio me libere del peso de acertar en el momento de la entrada.
Apliquemos aquí la sabiduría popular: no metas todos los huevos en el mismo cesto. O lo que es lo mismo: divide y vencerás.
El riesgo a que una inversión vaya mal es evidentemente mayor si esta se hace en un solo activo. Ningún activo lo hace bien siempre. Diversificar me da la tranquilidad suficiente para saber que ante una situación complicada para una clase de activo el resto de inversiones van a descorrelacionar la inversión y me van a proteger. El fondo de inversión por normativa ya cumple con la función de diversificar la inversión pero debemos velar porque esa diversificación sea lo más completa posible en distintos tipos de activos.
Invertir con la mira puesta en el reloj es mala idea. Querer que mi inversión en fondos sea una ganancia lineal e inmediata es una quimera. Los activos valoran diariamente, suben y bajan, pero la inversión a largo plazo da sus frutos en la gran mayoría de los casos, siempre hay excepciones, pero son eso, excepciones. Cuando dejamos madurar a una inversión, sobre todo si esta es diversificada, el crecimiento económico mundial será nuestro aliado y sin lugar a dudas obtendremos los esperados frutos.
Ahora Juan aplica a rajatabla los tres mandamientos de la perfecta inversión y duerme como un niño.
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