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19/01/2017
Los altibajos financieros, con gastos e ingresos entrando y saliendo de la cuenta de la empresa sin ponerse nunca de acuerdo, son perfectamente normales. Pero no tienen que ser un inconveniente para realizar la inversión que lleve a cualquier pyme a subir un nuevo escalón. Las líneas de crédito pueden ser de gran ayuda.
Líneas de crédito
Una pequeña empresa de fontanería se enfrenta a un dilema: un cliente le ha ofrecido la instalación de las tuberías de todo un edificio que va a rehabilitar. El margen y el volumen merecen la pena: es una oportunidad interesante. Pero también supera sus posibilidades: supone una inversión en materiales y mano de obra que hay que soportar con fondos propios hasta el pago de las periódicas facturas. ¿Cómo hacerlo?
Cuando se dice que los bancos, con su financiación, son los que engrasan la actividad económica se refieren justamente a este tipo de escenarios.
El ejemplo de la empresa de fontanería es el de tantas pymes que para crecer necesitan hacer una inversión que tardarán un tiempo en rentabilizar. Así es como, paso a paso, las empresas van aumentando facturación, plantilla y metas. Y la banca es su aliada.
Da igual que se trate de comprar metros de tuberías y decenas de grifos o encargar 1.000 maletas con un atractivo diseño en una fábrica china. Puede ser alquilar el local de al lado para ampliar el restaurante o la empresa de mensajería que adquiere dos nuevas furgonetas para abarcar el auge del comercio electrónico. Todos los negocios pueden necesitar en un determinado momento la financiación que les permita dar un paso adelante.
Por supuesto que esas empresas pueden acudir a un crédito y obtener así el capital para apostar por subir ese escalón. Es una opción perfectamente válida cuando se sabe que no se va a poder devolver hasta por lo menos pasado un año. Pero cuando se trata solo de tener un margen de seguridad, de saber que el pago de la primera partida de tuberías no va a descuadrar la contabilidad, la solución es la línea de crédito, también llamada cuenta de crédito.
Pero hay muchos otros motivos para apoyarse en este instrumento financiero y el pago de los impuestos es uno de los ejemplos más habituales. Las pymes y autónomos tienen que pasar periódicamente por la ventanilla de Hacienda a pagar sus impuestos. El endurecimiento en este 2017 de los requisitos para aplazar este desembolso, finalmente matizado por la Agencia Tributaria, es un motivo más para disponer de una línea de crédito.
Es un producto especialmente pensado para afrontar los vaivenes de ingresos y gastos de las empresas. Como explicábamos en este otro post, una línea de crédito (o cuenta de crédito) es una cantidad de dinero que el banco pone a disposición de la empresa, que puede usarlo en parte o del todo durante un tiempo.
Su gran ventaja es que solo conlleva intereses mientras se hace uso del dinero disponible, por eso resulta más económico que un crédito. Es un modo muy cómodo y sencillo de obtener financiación a corto plazo. Si necesitas más información sobre las cuentas de crédito de Bankia, puedes solicitarla en cualquiera de sus oficinas o en el 916346963.
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