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18/01/2021
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Nombres sinónimos del dinero
Aunque solo se utilice en la locución “estar sin blanca”, este término también es, obviamente, sinónimo de dinero. Su origen se remonta al siglo XIV, cuando se acuñó una moneda llamada Blanca del Agnus Dei, hecha de plata y cobre y de aspecto blanquecino. Con el tiempo se fue devaluando hasta tener un valor tan bajo que pasó a usarse como sinónimo de estar en la ruina. Y así sigue siendo.
Es bastante fácil adivinar cómo las monedas de menor importe han evolucionado hasta ser llamadas así. ‘Calderilla’ se debe al material con el que se producían las calderas entre los siglos XVII y XVIII: el cobre, que era también el utilizado para las monedas de escaso valor. En cuanto a ‘chatarra’, tampoco deja lugar para mucho misterio: es una clara referencia al metal viejo y que no tiene ninguna importancia monetaria ya.
El real de a ocho y sus imitaciones fue conocido entre los españoles como el ‘peso’, que a menudo se acompañaba de dos adjetivos: fuerte y duro. Mientras que en América tenía éxito la palabra peso, en España poco a poco se fue conociendo esta moneda como duro.
Por otro lado, quien haya convivido con la peseta, sabrá que el duro se refería al conjunto de 5 pesetas y a la moneda (o billete) que lo representaba.
No es posible encontrar una etimología clara y definitiva, pero las dos primeras acepciones recogidas por la RAE en el Diccionario de la Lengua Española parecen dejarlo bastante claro. La primera es que la guita es una cuerda fina de cáñamo, como las que antiguamente se utilizaban para cerrar las bolsas que contenían las monedas. La segunda es “Caudal, hacienda, bien”. Por tanto, generalmente, se asume que simplemente haya evolucionado hasta convertirse en un símil.
La expresión ‘kilos es, quizá, la más curiosa de este grupo, en el sentido literal. Su creación se debe a la curiosidad del torero Manuel Benítez, El Cordobés, quien pesó mil billetes de pesetas y descubrió que ese millón pesaba un kilo.
No tiene mucho secreto: “parné” es una palabra del caló, una variante del romaní que hablan los colectivos gitanos de España, Francia y Portugal. Probablemente no lo sepas, pero lista de palabras que en castellano se han adoptado es considerable, y te sorprenderá saber que entre ellas se encuentran “chachi”, “paripé” o “chaval”.
El origen de este sinónimo tan extendido para referirse al dinero contante como para aludir a una ingente cantidad de este es en realidad muy sencillo y esconde pocos secretos. En la antigüedad las monedas se realizaban de forma manual y los artesanos, coloquialmente, se referían a la “pasta” para indicar la porción de metales fundidos destinada a este fin.
Lo cierto es que la proveniencia de este término sigue siendo poco clara, pero las teorías remiten de algún modo al mismo punto de partida. Es comúnmente aceptado que todo se debe a la traducción de las películas estadounidenses, en las que, coloquialmente, se refieren al dólar como “buck”, que significa “ciervo”. A partir de ahí, las teorías se bifurcan: algunos opinan que se debe a los dobladores, a quienes parecía una traducción cacofónica, mientras otros sostienen que es a causa de que en la década de los 30 y 40 se utilizaba una moneda de 5 pesetas, que era el precio de un pavo en el mercado.
Queridos centennials, “pelas” no fue otra cosa que el apodo que los españoles, arbitrariamente, le pusieron a la antigua moneda de nuestro país: la peseta.
Otro mote que sigue vigente incluso después de la adopción del euro es “perras”. Este se puso de moda alrededor de 1870, cuando en España circulaban monedas de 5 y 10 céntimos que portaban la figura de un león cuya factura dio lugar a que la población empezara a llamarlas perras. De ahí también proceden las expresiones “perra chica” y “perra gorda”.
Aunque en España no es muy frecuente, la exitosa serie Narcos la puso en boca de muchos por la tan característica frase de Pablo Escobar en la serie: “plata o plomo”. Por supuesto, estamos ante otra sinécdoque, ya que en la antigüedad las monedas se acuñaban principalmente en este material. Como curiosidad, en francés el dinero se llama literalmente “plata” (“argent”).
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