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16/06/2020
Los becarios son aquellos que disfrutan de una beca de estudios o realizan tareas profesionales para completarlos. Esta figura está regulada y, como tal, tiene sus derechos.
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Aunque estén en prácticas, estas personas deben firmar un contrato con la empresa en el que se especifiquen las horas de trabajo que van a llevar a cabo, la actividad precisa que van a desarrollar o el periodo de duración de las prácticas.
Los becarios están terminando de formarse, por lo que es necesario establecer unos criterios de evaluación de su desempeño y rendimiento. Tanto la empresa en la que está becado como el tutor del centro de estudios al que pertenecen tendrán que elaborar un informe en el que se detallen sus progresos.
No solo se contará con un tutor en el centro de estudios, sino que habrá otro en la empresa. La función de este profesional es guiar al becario durante el periodo de prácticas. Así, podrá responder a las dudas que puedan realizarse y corregir cualquier problema que se llegue a desarrollar. Esta figura es de suma importancia, por lo que no puede desatender al alumno en prácticas que tenga a su cargo o utilizarlo para fines que no estén recogidos en el contrato.
Al estar en un periodo de formación, estas personas no tienen la habilidad y la experiencia para enfrentarse a determinadas cargas laborales. Además, deberán poner en práctica los conocimientos adquiridos durante el curso y no dedicarse a otras tareas que no tengan nada que ver con su formación. El objetivo, una vez más, es evitar abusos o plantear situaciones que no puedan resolver de manera efectiva.
La seguridad en el ámbito laboral es importante. Así, los becarios deberán estar al tanto de las normas establecidas en su lugar de prácticas, no podrán ser expuestos a peligro alguno y contarán con un seguro ante las eventualidades que puedan surgir. Asimismo, en caso de ser necesario, recibirán formación laboral para prevenir riesgos.
Si las prácticas llevan aparejado un pago, los becarios deberán estar dados de alta en la Seguridad Social. Eso sí, estas serán bonificadas en un 100% por el organismo estatal, como apunta este artículo de El País.
Un becario no está desamparado por la ley. Cumplir estos derechos es obligatorio por parte de las organizaciones anfitrionas de estos estudiantes.
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